Tercer Encuentro del Triángulo Estratégico América Latina-Europa-África: Latinoamérica, un socio para salir de la crisis

Un “triángulo estratégico” formado por África, América Latina y Europa. Esa es la  alianza propuesta por el Instituto para la Promoción al Desarrollo de América Latina (IPDAL), asociación lusa sin ánimo de lucro y anfitrión del foro internacional celebrado el  día 7 de abril en Lisboa para debatir sobre una alianza que, de hacerse realidad, permitiría a la Unión Europea contrarrestar la creciente influencia de China en esas regiones.

 La conferencia, a la que asistió como invitada especial la presidenta de la Fundación EU-LAC, Benita Ferreo-Waldner, giró en su tercera edición en torno a un informe de la consultora Accenture en 2013, según el cual , las ventajas competitivas que aportaría esta alianza a las tres regiones , que suman 133 países y 2.300 millones de personas, son  de equilibrio demográfico, búsqueda de recursos naturales y proximidad cultural.

Para los partidos políticos lusos, que a iniciativa de IPDAL dedicaron previo a este encuentro una sesión parlamentaria para revisar las relaciones a ambos lados del Atlántico, este triángulo, especialmente el vértice Latinoamérica,  con Brasil, México o Chile, podría  constituir una puerta de salida a la crisis.

El informe anima así a la UE a definir sin dilación y claridad su papel en esa alianza, pues mientras que el 70 por ciento de sus inversiones aún son intracomunitarias, China se ha convertido en el primer inversor directo en África y avanza a paso de gigante en América Latina.

“El triángulo entre los tres bloques responde a un concepto geopolítico creado para ser instalado en el imaginario colectivo” dijo el vicepresidente del Real Instituto Elcano de España, Rafael Estrella en el foro, que reunió a representantes de Mercosur,  Alianza del Pacífico, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión Africana, la Comisión Europea y la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa.

El ex presidente de Cabo Verde y enviado especial a Túnez por la Unión Africana, Pedro Pires, ensalzó la pujanza económica de su continente, lo que ha permitido el nacimiento de una clase media, si bien esa mejora no ha logrado subsanar la falta de infraestructura y la desigualdad social.

Ferrero-Waldner recordó que la historia de la cooperación de la UE con América Latina y África ha superado retos difíciles y dado importantes frutos, pero se mostró partidaria de “repensar la cooperación y diplomacia” para trabajar unidos ante retos comunes”,  entre los que citó la lucha contra el narcotráfico, la protección del medioambiente, la cohesión social y la igualdad de género.

“Los hombres no viven juntos porque sí, sino para acometer grandes empresas”, dijo Ferrero Waldner, parafraseando a Ortega y Gasset, en su alegato a favor del triángulo estratégico Europa, América Latina y África,  iniciativa que defendió, días después, en el  Foro Latinoamericano sobre Gobernanza Global organizado en Rio de Janeiro por el think tank  brasileño Fundación Getulio Vargas, la Fundación alemana Zeit y Gerd Bucerius. 

Foro latinoamericano: triangulo Atlántico

En Brasil, la presidenta de la Fundación EU-LAC defendió la construcción de una comunidad atlántica dinámica y harmónica basada en el libre comercio, la inversión y el acceso a una energía asequible para todos, pero también en la promoción de  la cooperación económica y técnica, la educación, el respeto por la dignidad humana y la seguridad a fin de facilitar un crecimiento y desarrollo sostenibles. 

“El triángulo atlántico –destacó Ferrero-Waldner- constituye además una nueva espera para el futuro energético de todos, pues el espacio atlántico determinará la innovación y restructuración del mapa mundial de crudo y gas, así como el desarrollo de energías renovables”.

La presidenta EU-LAC habló en contexto de la necesidad “vital” de alcanzar el próximo año un nuevo acuerdo climático global,  y, como hiciera durante su intervención en Lisboa,  animó a buscar y crear sinergias que den respuestas comunes a problemas que son globales.

Ferrero-Waldner se refirió al problema global de droga para poner de relieve las políticas innovadoras que aplican los países de Europa y América Latina, entre las que citó la liberalización de la marihuana en Holanda y Uruguay.

Destacó en ese contexto la necesidad de combatir el problema de la droga desde todos los frentes,  incluido la mejora de la cohesión social,  porque “esto permitiría ofrecer alternativas a la actividad criminal como fuente de ingresos y ayudará a incrementar la resistencia a las redes criminales”, dijo.

Ferrero-Waldner abrió ante muchas personalidades que asistieron al Foro de Rio el abanico de áreas globales en las que América Latina y Europa pueden colaborar diseñando estrategias para el desarrollo sostenible, la igualdad de género, área en la que la Fundación está trabajando con distintas organizaciones, y en una cooperación nueva que incluya a gobiernos, sociedad civil y sector privado.

“Nuestro tiempo demanda una definición nueva de liderazgo, de liderazgo global”, afirmó la presidenta EU-LAC y, enlazando con el enunciado del Foro, sostuvo que “la buena gobernanza global no sólo requiere marcos legales y regulatorios, sino también fortaleza institucional, coordinación y partenariado.

Por eso “creo que la asociación estratégica entre la UE, América Latina y Caribe es más relevante que nunca”,  aseveró.