Taller Fundación EU-LAC y GIGA: Protestas Sociales y Respuestas Democráticas en la Unión Europea y América Latina

Expertos latinoamericanos y europeos se reunieron en Hamburgo el pasado día 10 de octubre a iniciativa de la Fundación EU-LAC y del Instituto alemán de Estudios Globales (GIGA) para analizar la naturaleza de las protestas sociales que se han registrado en los últimos años en distintas ciudades de la Unión Europea, América Latina y Caribe, y poner en perspectiva unas movilizaciones que han encontrado en las redes sociales su gran caja de resonancia

La mesa redonda, titulada “Protestas sociales y respuestas democráticas: Realidades en América Latina, Caribe y Unión Europea” contó con la participación de la presidenta de la Fundación, Benita Ferrero-Waldner y del director en funciones del GIGA, Bert Hoffmann.

El director ejecutivo de la Fundación EU-LAC, Jorge Valdez, introdujo el debate desde la creencia de que las protestas en los espacios públicos y la gestión de las mismas por parte de las autoridades denotan la vitalidad de la democracia,  pero también “el descontento de la ciudadanía con las respuestas que se dan en democracia a sus problemas y aspiraciones”.

“La relativa falta de funcionalidad de los mecanismos de mediación política está afectando a la percepción de los ciudadanos en la democracia. La democracia se enfrenta a un problema de credibilidad en ambos lados del Atlántico”, aseveró Valdez y recordó que el nivel de aceptación de la democracia en Europa ha caído al 36% mientras que en América Latina es sólo del 38%, según datos de Eurobarómetro y Latinobarómetro, respectivamente.

Valdez hizo una distinción entre las protestas que pueden ser funcionales para la gobernanza democrática y las que aparecen como instrumento para reemplazar el poder y en consecuencia no ofrecen ninguna garantía al respecto.

“A la Fundación EU-LAC le interesan las primeras”, dijo su director ejecutivo y citó como ejemplos las protestas de los estudiantes chilenos en 2012 y las surgidas en Brasil en contra del costo del transporte, así como las surgidas en Europa como consecuencia de las políticas de austeridad impuestas en la gestión de la crisis financiera.

“Analizar este tipo de protestas desde una perspectiva birregional nos ayudará a identificar formas para mejorar la gobernanza democrática”, afirmó Valdez, para quien ese análisis resulta especialmente interesante dado que estas actividades hacen uso de nuevas modalidades, técnicas y formas de expresión.

Donatella della Porta, del European University Institute, ahondó en esas diferencias y extrajo como denominador común la ocupación de espacios públicos –“acampadas”- y estructuras organizativas que no sólo funcionan como instrumentos.

Sostuvo que en las “acampadas” el principio de democracia participativa y deliberativa, heredada de movimientos previos, se adaptan más a las características del movimiento de “ciudadanos de a pie” que de “activistas”, es decir privilegian más a las personas que a las asociaciones.

“La igualdad y la inclusión ha sido más radical que en los movimientos de justicia global y se manifiesta por la elección de los espacios públicos ocupados, parques y plazas ,donde no hay muros ni verjas que reduzcan la transparencia y el carácter público del proceso”, dijo Della Porta.

En definitiva, argumentó, se trata de movimientos conceptuales de participación y deliberación horizontal que, frente a una democracia representativa afectada por una profunda crisis de legitimidad, ha hecho resurgir, para los ciudadanos críticos organizados, el concepto de democracia directa.

Yamina Welp, del Zentrum für Demokratie Aarau, perteneciente a la Universidad de Zurich, destacó en su intervención la importancia de los medios digitales, especialmente las redes sociales, en la organización y propagación de las protestas, creando incluso un efecto domino más allá de las propias fronteras.

Pese a sus diferencias y reivindicaciones diversas, no pasó así desapercibido a los expertos que entre 2010-2013 hubiera protestas en Sido Boudiz (Túnez), en las calles de Chile, en Grecia, en España(Indignados), en México (yosoy132), en Alemania (Stuttgart21) , Bélgica, Reino Unido, Repúbica Checa, Turquía en Brasil y frente a las puertas de Wall Street en EEUU.

Y sin embargo, lo que a simple vista parece un éxito de convocatoria, los expertos manifestaron su escepticismo acerca del papel que desempeñan las rede sociales, pues en la mayor parte de los casos hacen de estos movimientos algo efímero y cuestionan su capacidad de compromiso.

“Las potencialidades de internet, en términos de propagación de las protestas, puede tener un efecto distorsionador, generando una dislocación entre las expectativas y la capacidad de movilización en una estructura pro status quo”, sostuvo Welp.

Moises Arce, profesor del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Missouri,  aportó al debate estudio sobre la relación entre las actividades de protestas vividas en 25 regiones de Perú entre 1996-2010 con la fragmentación política, incluida la desconexión entre partidos de representación nacional y local, y la extracción de recursos naturales en el país.

“Mis resultados empíricos revelan que la relación entre las protestas y las condiciones políticas es más cercana que la relación protestas-rentas de recursos naturales”, pese a que la extracción de recursos o la “nueva minería” crea incentivos para las movilizaciones en demanda de derechos o de servicios, muchos de los cuales afectan a las comunidades indígenas,  afirmó.

Felipe Burbano de Lara, del Departamento de Estudios Políticos de FLACSO-Ecuador, presentó una ponencia sobre “Protestas sociales, el poder del Estado y la democracia en la revolución popular” que abrió la transición hacia la agenda post-neoliberal del presidente Rafael Correa.

Según Burbano, la revolución popular en Ecuador no puede entenderse de forma aislada al ciclo de protestas sociales y movilizaciones surgidas entre 1997-2006, con la reconfiguración del orden político iniciado con la posición hegemónica alcanzada por  Alianza País (AP) y que puso en conflicto a la Administración con organizaciones –nuevas y antiguas- con gran capacidad de movilización y resonancia simbólica en un nuevo marco ideológico.

El experto no obvió los desencuentros que ha habido entre AP y algunos movimientos sociales, si bien, las movilizaciones y protestas de los años recientes no han afectado la fuerza electoral y el prestigio del presidente Correa.

Otros participantes de la mesa redonda fueron Camilo Cristancho, de la Universidad Autónoma de Barcelona;  Thorsten Faas, de la Universidad alemana de Maguncia, y Antônio Sampaio, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (ISS) de Reino Unido,  quien hizo un dinámico análisis de las movilizaciones registradas en Brasil, su país de origen, antes de los mundiales de fútbol y cuestionar, como ya habían apuntado algunos de sus colegas, el efecto de las redes sociales en esos movimientos, capaces de convertir en rápido fracaso lo que inicialmente aparece como éxito.