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A pesar de las ambiciosas políticas públicas y los notables avances de los últimos 20 años, los niveles de desigualdad de ingresos en la región de América Latina y el Caribe (ALC) siguen siendo de los más altos del mundo. La pandemia de COVID-19 empujó a 4,7 millones de personas fuera de la clase media y hacia la vulnerabilidad o la pobreza en ALC el año pasado, revirtiendo décadas de avances sociales. La crisis ha arrojado una nueva luz sobre los problemas sociales y económicos estructurales y las vulnerabilidades preexistentes. Además, la brecha entre la riqueza extrema y la pobreza extrema y la vulnerabilidad que caracteriza a la región se ha hecho más evidente y se ha profundizado aún más, lo que impide avanzar hacia el cumplimiento de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las desigualdades obstaculizan el desarrollo y conducen a la falta de cohesión y a las tensiones sociales, como pudimos comprobar en la región incluso antes de la crisis de COVID-19. Las altas expectativas de los ciudadanos en cuanto a soluciones para superar la crisis y reconstruirse mejor coinciden con la baja confianza en las instituciones públicas (en 2020, sólo el 38% de la población de ALC confiaba en su gobierno) agravada por la falta de acceso justo a los servicios públicos o a la justicia como instancia.
El alcance global de la pandemia ha demostrado que las respuestas nacionales a las consecuencias sanitarias y socioeconómicas de esta crisis no son suficientes. La recuperación de la pandemia es una oportunidad para fortalecer aún más la asociación UE-ALC, en una búsqueda común de soluciones a través del aprendizaje entre pares y el intercambio de experiencias. Las dos regiones pueden apoyarse mutuamente para reconstruir mejor, abordando los retos estructurales y sistémicos.
Por ello, este evento "La recuperación como oportunidad para un cambio social transformador: caminos hacia una asociación UE-ALC para sociedades cohesionadas", coorganizado por la Presidencia del Consejo de Eslovenia, el SEAE y la DG INTPA en colaboración con la Fundación EU-LAC y el Centro de Desarrollo de la OCDE, puso de relieve el reto de reforzar la cohesión social en la recuperación posterior a la crisis económica y financiera de la COVID-19, y debatirá las formas de avanzar en la asociación entre la UE y la región de ALC para abordar estos retos. Se abrió con una presentación de las principales conclusiones y recomendaciones del informe Perspectivas Económicas para América Latina 2021 (OCDE/CEPAL/UE), que, en el marco del Desarrollo en Transición, profundizó en las opciones para repensar el contrato social y el papel que debe desempeñar la cooperación internacional. A continuación, panelistas de alto nivel, tanto de la UE como de ALC, se reunieron para debatir la recuperación como una oportunidad para el cambio social transformador, en torno a tres ángulos principales: (i) los retos de la protección social, centrándose en los grupos vulnerables y abordando la informalidad; (ii) el papel clave de las políticas fiscales; (iii) las opciones para un cambio transformador en relación con el diseño de políticas y asociaciones más inclusivas.
Acceda a la nota conceptual y la agenda en el anexo.
