Dr. Adrián Bonilla participó en la búsqueda de renovar el diálogo y la cooperación birregional UE-ALC

El Director Ejecutivo de la Fundación EU-LAC, Dr. Adrián Bonilla, participó del 30 de noviembre al 1 de diciembre en el Seminario internacional titulado “Relanzar las relaciones entre América Latina y la Unión Europea: autonomía estratégica, cooperación avanzada y recuperación digital, verde y social” auspiciado por la Fundación ICO y la Fundación Carolina en Madrid.

El objetivo que guió este espacio fue analizar y debatir la renovación del diálogo y la cooperación entre América Latina y la Unión Europea para la recuperación digital, verde y social, y para ampliar conjuntamente la autonomía estratégica de la relación birregional. El evento acompañó de manera paralela al encuentro de dirigentes de la Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC) que organizó la UE y las Presidencias de las organizaciones regionales y subregionales latinoamericanas y caribeñas, y que tuvo lugar el 2 de diciembre.

El Dr. Adrián Bonilla fue ponente en la mesa redonda sobre las relaciones birregionales en el escenario pospandemia junto con Javier López (Eurodiputado y Co-presidente de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana), Nahuel Odone (Jefe del departamento de promoción e intercambio de políticas sociales regionales del instituto social del MERCOSUR), Andrea Costafreda (Directora Programática para América Latina y el Caribe de Oxfam Intermón), José Manuel Rodríguez (Jefe de Asuntos Institucionales del gabinete de la Presidencia, Iberdrola y la moderadora Anna Terrón (Directora de la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas – FIIAPP).

La discusión se centró en identificar elementos necesarios para responder a las preguntas, ¿para qué una nueva narrativa alrededor de la relación Unión Europea y América Latina?, ¿cómo sería esta nueva narrativa?, y ¿con qué actores? Entre los hallazgos se destaca que las y los participantes concluyeron que además de la historia y los valores comunes que comparten ambas regiones, la cooperación birregional tiene el potencial de ser un espacio capaz de evitar la marginalidad, en un sistema internacional donde China y Estados Unidos juegan papeles protagónicos. Considerando el gran número de países que componen ambas regiones, el poder unir fuerzas de ALC y la UE permitiría tener un peso político relevante en el sistema multilateral. En este sentido se reconoció que la estructura y el sistema de relaciones al interior de la UE favorecen la participación e integración de gobiernos locales en dinámicas internacionales a ambos lados del Atlántico, lo que se traduce en que la relación birregional se define por una serie de interacciones sociales, económicas, políticas, culturales, y académicas que no son regulados por los estados, y que a su vez crean hermanamientos y redes entre las sociedades con la capacidad de disminuir la asimetría.

En este sentido, el Dr. Bonilla enfatizó que Europa, América Latina y el Caribe comparten una visión similar en el ámbito político, económico, social, cultural, académico y de ayuda al desarrollo, además de una coincidencia en temas ambientales y los Objetivos del Desarrollo Sostenible. Además, recomendó que

"las dos regiones no deben abandonar el modelo de las Cumbres Presidenciales, pero previamente sugerimos lanzar reuniones temáticas de alto nivel alrededor de temas de la agenda positiva, por ej. en temas de ciencia, tecnología e innovación.

En cuanto a una nueva narrativa sobre la relación UE-ALC, las y los participantes coincidieron en que el gran paraguas de trabajo común es la recuperación de la crisis y una transformación justa, con temas subordinados como la agenda verde y digital, y la cohesión social. Si bien, la posibilidad de pensar en una recuperación sostenible, igualitaria, digital y verde abre distintas posibilidades de cooperación, también hay varios retos que deben enfrentarse. Debido a que las poblaciones más vulnerables de ALC tardarán más de una década para alcanzar los niveles de desarrollo prepandemia, se debe encontrar mecanismos fiscales para combatir la severa desigualdad en la región. Entre los muchos retos también están la valorización económica y social de los cuidados no remunerados – que afectan principalmente a las mujeres –, la transformación digital, la inversión en infraestructura, así como la creación de marcos regulatorios menos burocráticos y respetuosos del medio ambiente, y la transición de energías fósiles a las energías renovables.

Refiriéndose a los actores, las y los participantes discutieron alrededor del papel e involucramiento de la sociedad civil y del sector privado en los procesos de toma de decisión. La pandemia nos ha enseñado la capacidad de las distintas iniciativas sociales y científicas para movilizar recursos, crear alianzas, e innovar. Los barrios en ambos lados del atlántico se han convertido, en laboratorios sociales que desarrollan estrategias conjuntas para dar soluciones a los retos actuales. Asimismo, se ha visto el surgimiento de movimientos que promueven repensar el pacto democrático y social, lo que nos presenta ante el desafío de encontrar nuevos mecanismos para involucrar a todas las secciones de las sociedades en estos diálogos.