El Caribe, región conocida por su vibrante cultura y su rica tradición de música, arte, cocina y literatura, sigue enfrentando acuciantes problemas de derechos humanos, en particular la desigualdad de género. A pesar de los continuos esfuerzos de activistas, organizaciones y gobiernos, persisten las disparidades de género en diversos ámbitos, desde la educación hasta las oportunidades socioeconómicas. Estas disparidades se ven agravadas por sistemas sociales, políticos y económicos impregnados de patriarcado y experiencias coloniales históricas.

Reconociendo esto, la UNESCO ha identificado la igualdad de género como una prioridad mundial y ha intensificado sus esfuerzos para promover la igualdad de género en la región a través de sus diferentes áreas de competencia, incluyendo la educación, las ciencias y la cultura. La UNESCO se propone desmantelar barreras, abordar las normas negativas de género y celebrar las voces y contribuciones de las mujeres. Sin embargo, las desigualdades persisten, especialmente en los sectores de la industria creativa y cultural, tanto a escala mundial como en el Caribe y América Latina.

La brecha de género es más notable en los puestos directivos: "...la industria suele situar a las mujeres como soportes del sistema en lugar de como colaboradoras activas o creadoras...", afirma Lisabona Rahman, fundadora de la campaña Sinematik Gak Harus Toxic (El cine no tiene por qué ser tóxico) en Indonesia, en el informe de la UNESCO 2021, "Género y creatividad: Progreso en el Precipicio, Edición Especial"1.  En el Caribe, los sectores del cine y la animación ejemplifican esta brecha de género. Hay más mujeres que trabajan en la producción que en la dirección o la asistencia de dirección, y el liderazgo en la industria cinematográfica sigue siendo predominantemente masculino. Curiosamente, la industria de la animación presenta un perfil de brecha de género diferente, inclinando la balanza a favor de las mujeres. Sin embargo, la dirección sigue siendo predominantemente masculina.

Las repercusiones y las consecuencias sociales y económicas de no abordar la brecha de género en las industrias creativas y culturales del Caribe y América Latina son significativas. Como parte del trabajo en curso de la UNESCO sobre esta cuestión, el informe de edición especial mencionado anteriormente destaca los principales resultados y conclusiones, subrayando la necesidad de disponer de datos globales, exhaustivos y sólidos para supervisar la igualdad de género en los sectores cultural y creativo.

El informe pide intervenciones políticas urgentes para promover la igualdad de género en el acceso y la gobernanza de los sectores cultural y creativo. Además, hace hincapié en la necesidad de políticas y medidas que aborden la seguridad y el bienestar en las industrias culturales, ya que quienes se identifican como mujeres o como personas con diversidad de género tienen muchas más probabilidades de sufrir acoso, abusos y una falta general de seguridad en los lugares de trabajo culturales y creativos.  También se destaca la mayor vulnerabilidad de los grupos marginados, incluidas las mujeres, en momentos de crisis. Es importante destacar que se hace un llamamiento a que las iniciativas de apoyo a artistas y creadores(as) afectados(as) por la pandemia del COVID-19 utilicen una perspectiva interseccional de género.

En el informe también se ofrecen recomendaciones clave, como trabajar para conseguir datos globales, sólidos, transparentes y comparables que supervisen la igualdad de género en la cultura y los sectores creativos, lo que incluye pasar más rápidamente de la investigación y la recopilación de datos al diseño, la aplicación y la evaluación de políticas, así como reforzar la comunicación y la colaboración entre organismos culturales financiados por el Estado, activistas, organizaciones de la sociedad civil, representantes de las asociaciones de profesionales de la cultura y la academia. También se recomienda cerrar la brecha digital de género que afecta desproporcionadamente a las mujeres y trabajar para promover la igualdad de género en el entorno cultural digital. Además, el informe señala que el paso a los dominios digitales durante la pandmia de COVID-19 empeoró las desigualdades de género preexistentes en campos como el arte y la música, debido a las disparidades en el acceso a Internet y a las herramientas digitales. "La brecha digital sigue siendo una preocupación acuciante, ya que las mujeres se enfrentan de forma desproporcionada a obstáculos para acceder a las herramientas digitales de creación y distribución artística, incluidas las plataformas digitales de música, los tutoriales en línea y el software de mezcla de sonido", señala el informe, precisando que "en todo el mundo, 250 millones de mujeres menos que hombres utilizan Internet".

A pesar del éxito escolar de las mujeres, se enfrentan a salarios más bajos, falta de apoyo y otros obstáculos para progresar profesionalmente en este sector.  Los informes destacan la necesidad de medidas políticas para alcanzar la paridad de género en las industrias culturales y creativas, abordando cuestiones como la brecha digital, la seguridad en el lugar de trabajo y la infrarrepresentación de las mujeres en puestos de liderazgo.  Estos retos ponen de relieve la lucha constante por la igualdad de género en las industrias culturales y creativas del Caribe, una región rica en cultura y arte. 

Estos retos se están abordando mediante el desarrollo de políticas nacionales de género en diferentes países caribeños y los esfuerzos para reducir la brecha digital, una herramienta importante para nivelar el terreno de juego. La seguridad y el bienestar de todos los géneros en el lugar de trabajo se están priorizando aún más, incluso a través de medidas legislativas como las leyes contra el acoso sexual y los cambios en las normas del lugar de trabajo, y la promoción del lenguaje sensible al género y la interseccionalidad. Las y los artistas y las organizaciones culturales desempeñan un papel importante en esta transformación, utilizando sus plataformas para promover la igualdad de género, educar y sensibilizar, abogar por cambios políticos y apoyar a las mujeres artistas. También se incluye a los hombres y los niños en la lucha por la igualdad de género y, mediante la creación de espacios seguros para todos los géneros, se trabaja por el compromiso con un cambio significativo y sostenible de la igualdad de género, en los sectores creativos de la región.

Para el éxito y la sostenibilidad de estas iniciativas, y crucial para lograr el ODS 5, es fundamental desarrollar la capacidad de inversión sensible al género, que es esencial para avanzar en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en un sector que está lamentablemente infradotado de recursos. Este enfoque puede abordar eficazmente las barreras y los retos a los que se enfrentan las mujeres empresarias, fomentando su crecimiento y mejorando su capacidad de toma de decisiones. Una investigación dirigida por jóvenes en las Bahamas, en el marco de la iniciativa de la UNESCO Los(as) jóvenes como investigadores(as), señaló la necesidad de proporcionar y adaptar el desarrollo de capacidades, la creación de redes, la tutoría y las oportunidades de financiación a las necesidades específicas de las mujeres y las jóvenes para mejorar el espíritu empresarial y el empoderamiento de las mujeres.

La Unión Europea (UE) y América Latina y el Caribe (ALC) mantienen desde hace tiempo una asociación basada en valores, historia y cultura compartidos, así como en sólidos vínculos económicos e intereses comunes. Esta asociación reviste importancia geopolítica en el conflictivo mundo actual y la cultura caribeña desempeña un papel significativo en esta asociación estratégica. Ambas regiones son aliadas en muchos de los retos globales de nuestro tiempo, como el desarrollo sostenible, el cambio climático y la protección de la biodiversidad, los derechos humanos, el comercio justo y libre y, por supuesto, la igualdad de género. 

Dentro de esta asociación y cooperación en curso entre la UE y ALC, es evidente la necesidad de abordar las persistentes desigualdades de género en las industrias creativas y culturales y la necesidad de acciones transformadoras. También destaca la importancia de la creación de resiliencia sensible al género en la región, la pluralidad y las diversas expresiones culturales, tal y como se consagra en la Convención de 20052. Un elemento central de la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales es el compromiso con la igualdad de género; sin embargo, esta labor sigue estando en peligro mientras prevalezcan las desigualdades de género.

 UNESCO, & Conor. (2021). Gender & creativity: progress on the precipice, special edition. UNESCO 2022 Global Report: Re|Shaping Policies for Creativity: Addressing Culture as a Global Public Good.

 2 Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales de 2005. La Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales es un tratado internacional adoptado en octubre de 2005 en París durante la 33ª reunión de la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). En respuesta a los temores de que la globalización condujera a una cultura mundial cada vez más uniforme, permite a los Estados proteger la diversidad cultural promoviendo y defendiendo sus propias industrias culturales. También establece la cooperación internacional para ayudar a proteger las industrias culturales de los países en desarrollo, incluida la creación del Fondo Internacional para la Diversidad Cultural. Reafirma muchos de los principios de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural de 2001 pero, a diferencia de esa declaración, es jurídicamente vinculante y requiere la ratificación legal de los Estados miembros. La Convención es el primer tratado internacional que otorga un estatus especial a los bienes culturales, que tienen valor tanto cultural como económico.

 

 

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