Las expectativas de reforzar la cooperación entre la UE y la región latinoamericana y caribeña se han visto impulsadas al alza después de un periodo complejo de pandemia y de una necesaria recuperación económica en ambas regiones. En un contexto geopolítico de guerra en Ucrania que replantea la importancia de contar con los aliados estratégicos de Europa, la presidencia española del Consejo de la UE durante el segundo semestre de 2023 buscará consolidar iniciativas de largo alcance con el Global Gateway y cristalizar la asociación ya estratégica con la CELAC. Sin duda, la relación birregional es históricamente compleja, aunque en el ámbito de la ciencia y la investigación, la cooperación se ha mantenido al margen de posicionamientos políticos antagónicos. Este diálogo ha sido continuo y apoyado por acciones de cooperación, incluso en momentos de pandemia. La realización de la octava Reunión del Altos representantes de la Iniciativa Conjunta CELAC-UE sobre Investigación e Innovación (JIRI, por sus siglas en inglés) en octubre del 2020 fue una prueba de la importancia de este mecanismo para ambas regiones.
Con más de una década de existencia, la JIRI es una iniciativa lanzada durante la Cumbre de jefes/as de Estado y de Gobierno CELAC-UE celebrada en Madrid en el 2010 y refrendada en la Cumbre de 2015. Este mecanismo centra la ciencia, la investigación y la innovación como fundamentos de la construcción del Área Común de Investigación CELAC-UE (CRA, por sus siglas en inglés). Ha logrado reunir en ocho ocasiones a altos/as representantes de ambas regiones para darle cuerpo y sentido a esta cooperación y, durante su último encuentro, bajo la PPT CELAC de México y la Comisión Europea (CE), se aprobó la Hoja de Ruta Estratégica 2021-2023 para la implementación de la Declaración de Bruselas y el Plan de Acción CELAC-UE en Ciencia, Tecnología e Innovación. Se trata de un documento consensuado que abona en la consolidación de los cuatro pilares de la cooperación, a saber: infraestructuras de investigación, movilidad de investigadores/as, desafíos globales e innovación.
Dos elementos en particular caracterizan la elaboración de este plan. En primer lugar, además de haberse definido en un contexto dónde resultaba complejo proyectarse en cuanto a la movilidad de investigadores/as, por ejemplo, este plan se elaboró conjuntamente a partir de diversas reuniones temáticas y grupos de trabajo birregionales preparatorios. Se facilitó así un intercambio sobre las problemáticas que cada país miembro de la CELAC y de la UE identificó en materia de cooperación científica, así como las necesidades que se imponen para cada pilar de la CRA. En ocasiones anteriores, algunos países de la región habían señalado una visión de la cooperación demasiado centrada en una lectura europea de la realidad latinoamericana y caribeña y los acuerdos no siempre reflejaban la complejidad y la geometría variable que caracteriza la región vis a vis de la integración científica de la UE. Podemos hablar así de una madurez alcanzada en este ámbito de colaboración al tratarse de una estrategia ampliamente consensuada ex ante, que refleja con mayor precisión esta diversidad de posiciones.
En segundo lugar, una vez presentado durante la JIRI este documento fue sometido por primera vez a aprobación dentro de las instituciones europeas, el cual culminó con la adopción final por parte del Consejo de la Unión Europea en 2021. Si bien las declaraciones conjuntas que habían acompañado el diálogo CELAC-UE en reuniones anteriores respaldaba políticamente las iniciativas y acciones previstas en el marco de esta cooperación, la aprobación por parte del Consejo abona aún más el compromiso político de las partes. Lo cierto es que si hoy el diálogo CELAC-UE se encuentra muy estructurado es debido igualmente al apoyo que la JIRI ha recibido a través de varios proyectos financiados directamente por la UE: ALCUE NET (2012-17), ERANet-LAC (2013-17) y un proyecto de salud de la UE-LAC, son ejemplos claros del compromiso europeo de consolidar esta cooperación.
Hoy nos podríamos interrogar sobre los avances en la implementación del plan y lo que se ha impulsado a partir de los acuerdos. Se impone sin duda un recuento de las acciones realizadas durante los dos últimos años. Este trabajo de seguimiento requiere de un ejercicio parecido al que permitió su elaboración, es decir, supone la necesidad de reunir grupos de trabajo birregionales para cada pilar de la CRA donde se presenten acciones conjuntas, por ejemplo, los resultados alcanzados en materia de infraestructuras de investigación a través del programa ResInfra financiado por la UE. Esta oportunidad la ofrece, por ejemplo, el Foro del Conocimiento que organiza la Fundación EU-LAC el 24 y 25 de abril próximo. Valdría también la pena interrogarse cómo se han modificado o no, las formas de cooperación científica a partir del COVID-19. Los efectos no solo se leen desde la óptica de externalidades negativas; nuevas oportunidades se abrieron en sectores antes más conservadores como el farmacéutico, así como un acceso a datos científicos y publicaciones nunca antes visto a nivel internacional, lo que contribuyó a un entendimiento global de la pandemia.
A partir de este ejercicio de revisión de la implementación de la Hoja de Ruta se podría abonar a la realización de una Reunión de Altos Representantes en el marco de la Cumbre de jefes/as de Estado y de Gobierno CELAC-UE en Bruselas en julio del 2023. Debemos pues interrogarnos, sobre todo, respecto de los dispositivos de seguimiento de acuerdos alcanzados. Qué tipo de mecanismos “regulares” de revisión y seguimiento podrían implementarse, que permitan con cierta flexibilidad (por su naturaleza técnica) identificar dificultades, oportunidad e iniciativas en curso con potencial birregional. Sin duda un trabajo de revisión se está llevando a cabo en nivel subregional, al tiempo que existen iniciativas de gran alcance como, por ejemplo, las impulsadas por la CE en lo referente fabricación local de vacunas, medicamentos y otras tecnologías sanitarias que abonan a los acuerdos de la JIRI en ese ámbito. Generar el espacio común de encuentros frecuentes donde se presenten estos elementos es indispensable para mantener actualizada la agenda de cooperación en materia de investigación e innovación.